Lo que dice Don Cosme en la entrada anterior es absolutamente cierto, la prensa toma el "tema feminicidio" para hacernos ver que en este país no se puede vivir de tanta violencia que brota en cada esquina. La cosa es que poco parece importar si se trata de violencia de género, de infanticidio, de violencia contra ancianos, de agresión a discapacitados, de acoso laboral o de una pelea de gallos. Este interés por algo que no saben bien qué es, por parte de ciertos medios debe relativizarse.
Lo que no puede relativizarse es cualquier expresión de violencia intersubjetiva. Debe prestarse especial atención a las diversas formas que toma la agresión en la sociedad; y deben iluminarse, denunciarse, y penarse.
Las conductas humanas responden a una red de variables. Son condicionadas por lo social, por lo psíquico, por lo histórico, por lo cultural, por lo económico, por lo familiar, etc. Una sociedad, una Nación y su Estado, mucho puede hacer para prevenir ciertas acciones violentas o por mitigar al máximo sus efectos.
Antes que nada valdría la pena diferenciar algunos niveles de análisis. La violencia es algo propio del ser humano, el hombre es malo por naturaleza, nos dijo Thomas Hobbes. Para que una sociedad exista cada hombre debe resignar aquel goce individual que haga peligrar lo colectivo. Para aquellos díscolos que, concientes o no, no tomen esto en cuenta, existen las cárceles y los manicomios, entre otros lugares. El cuentito es más o menos este. Ahora, en este orden de cosas, será importante qué cree el discurso oficial de la sociedad que es lo correcto o lo legal y qué no. El imaginario colectivo y el lavadito de cabeza mediático cobra en esto un peso increible, créame. Llamar Crímenes Pasionales a los feminicidios o los asesinatos relacionados a una relación (como el caso de Tomás) en los que se mata en "castigo" a una mujer, es una hijadeputez. Se trata lisa y llanamente de una justificación del asesinato.
Un tipo que mata a su compañera y a sus dos hijos no es un apasionado, es un asesino; Un tipejo que le pega a su compañera o viola a su cuñada, no es un apasionado, es un chacal que debe estar controlado para impedirle actuar. Una sociedad sana debe tener esto claro y hacerlo efectivo permanentemente. Por eso creo que es bueno que estos temas salgan a la luz, que se instale el debate, porque si esto no pasa, es posible que un confeso golpeador sea un personaje querible y bonachón y gane un concurso de popularidad... ¿Le suena? Claro, hablo de ese personajesco de la Mole Moli. También estuvo en Showmatch Mick Tyson, condenado por violar y golpear a varias mujeres. El programa más visto de la tele le lava la imagen a agresores y violadores. Este mismo programa, ya lo hemos dicho, cosifica a la mujer (y al hombre) y nos dice que si entregás tu cuerpo y tu alma a quién convenga te irá bien en la vida. Y no insisto en criticar ese programa, digo esto porque es el más visto y el más comentado, es un discurso muy fuerte en nuestra sociedad: hay fuertes y débiles, y la vida es una jungla.
No quiero irme muy lejos, aunque creo que ya me perdí (otro día retornaré). La cuestión, amiguitos, es que el Estado debe hacerse cargo de que ningún tipejo que se crea más fuerte que otro abuse de él de ninguna manera. Deben existir redes de contención para víctimas y una justicia rápida para reprimir el accionar de los chacales. Y también se debe dar el debate de qué es lo que se dice por la tele. Si nos reímos como idos cuando la cámara le enfoca el culo a una bailarina cuando está hablando y al siguiente plano, Tinelli se ríe cómplice a cámara, estamos muy jodidos; si le tomamos cariño a una bestia que se vanagloria de pegarle a "la negra" cuando se porta mal, somos unos mal nacidos. Así de simple.
Me voy, otro día prometo ser más claro. Es que estoy enojado
DON CHICHO
Antes que nada valdría la pena diferenciar algunos niveles de análisis. La violencia es algo propio del ser humano, el hombre es malo por naturaleza, nos dijo Thomas Hobbes. Para que una sociedad exista cada hombre debe resignar aquel goce individual que haga peligrar lo colectivo. Para aquellos díscolos que, concientes o no, no tomen esto en cuenta, existen las cárceles y los manicomios, entre otros lugares. El cuentito es más o menos este. Ahora, en este orden de cosas, será importante qué cree el discurso oficial de la sociedad que es lo correcto o lo legal y qué no. El imaginario colectivo y el lavadito de cabeza mediático cobra en esto un peso increible, créame. Llamar Crímenes Pasionales a los feminicidios o los asesinatos relacionados a una relación (como el caso de Tomás) en los que se mata en "castigo" a una mujer, es una hijadeputez. Se trata lisa y llanamente de una justificación del asesinato.
Un tipo que mata a su compañera y a sus dos hijos no es un apasionado, es un asesino; Un tipejo que le pega a su compañera o viola a su cuñada, no es un apasionado, es un chacal que debe estar controlado para impedirle actuar. Una sociedad sana debe tener esto claro y hacerlo efectivo permanentemente. Por eso creo que es bueno que estos temas salgan a la luz, que se instale el debate, porque si esto no pasa, es posible que un confeso golpeador sea un personaje querible y bonachón y gane un concurso de popularidad... ¿Le suena? Claro, hablo de ese personajesco de la Mole Moli. También estuvo en Showmatch Mick Tyson, condenado por violar y golpear a varias mujeres. El programa más visto de la tele le lava la imagen a agresores y violadores. Este mismo programa, ya lo hemos dicho, cosifica a la mujer (y al hombre) y nos dice que si entregás tu cuerpo y tu alma a quién convenga te irá bien en la vida. Y no insisto en criticar ese programa, digo esto porque es el más visto y el más comentado, es un discurso muy fuerte en nuestra sociedad: hay fuertes y débiles, y la vida es una jungla.
No quiero irme muy lejos, aunque creo que ya me perdí (otro día retornaré). La cuestión, amiguitos, es que el Estado debe hacerse cargo de que ningún tipejo que se crea más fuerte que otro abuse de él de ninguna manera. Deben existir redes de contención para víctimas y una justicia rápida para reprimir el accionar de los chacales. Y también se debe dar el debate de qué es lo que se dice por la tele. Si nos reímos como idos cuando la cámara le enfoca el culo a una bailarina cuando está hablando y al siguiente plano, Tinelli se ríe cómplice a cámara, estamos muy jodidos; si le tomamos cariño a una bestia que se vanagloria de pegarle a "la negra" cuando se porta mal, somos unos mal nacidos. Así de simple.
Me voy, otro día prometo ser más claro. Es que estoy enojado
DON CHICHO
Pan y Circo. Y no es nada más Tinelli, o TN.
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