
Ahora sí, más libre de culpas ideológicas, continúo.Quería referirme al rife y rafe del otro día entre los dos legisladores en la reunión del "Tema Irán". Laurita (ese su nombre en twitter) se levantó como loca de su silla porque ella pensaba que el diputado Rossi hablaba mucho y era reiterativo. A los gritos le exigía que se callara. Digno es de destacarse, porque pinta de cuerpo entero lo que decía yo sobre la diputada, que Rossi no había usado todo su tiempo. Literalmente, Laurita no soportaba más escuchar la voz de Rossi. En el momento en que el moredador llamaba al orden a Laurita, por lo bajo, desde un costado, Larroque le dijo "callate atorranta". Laurita, al escucharlo, se puso como loca (más aún), se olvidó de Rossi y se centró en el agravio de Larroque, al que le dijo "cagón".
¡Qué lío no! Además de estos tenemos muy buenos legisladores, no se me deprima.
A lo que voy, y es acá que desbarranco, es que en cierto punto, me parece que la cúpula de la Campora, al menos la más visible, mantiene una conexión con cierto sector del Pro. Su estilo está signado por la bravuconada, son autoritarios, no respetan al que piensa diferente y, sobre todo, sostienen desde sus dichos valores machistas y perversos. Ya había pasado, no hace mucho, que muchachones con los huevos pesados le gritaron puta a Donda cuando juró como diputada. Ahora Laurita es atorranta. ¿Porqué es atorranta Laurita, porque es mujer, porque es política, porque es opositora o porque cobra por cojer? Entonces Larroque es misógino, conservador, autoritario, o reprimido lindante al onanismo, según sea el caso. Lo jodido es que en una organización tan verticalista como la Cámpora miles de pibes tengan que defender estos modos y estos imaginarios. Por lo pronto es tas cuestiones son contrarias a las políticas pluralistas que está implementando este gobierno en este orden. "Se equivocó la paloma, se equivocaba"... quizás influenciados por la estética ideológica de los `70, sostienen aún como ideal al militante bravucón y malevo, que de tan rígido es conservador y verticalista a extremo. Son mas Rattin que Redondo, más Somoza que Gago, si me permiten el paralelo futbolero. Además, habría que decirle a los que usan estos términos que las mujeres gozan y disfrutan de su sexualidad, que no son cuerpos vacíos a ser llegados por sus pijas cancheras y poderosas.
DON CHICHO