lunes, 12 de septiembre de 2011

11 de septiembre

¿Cómo hablar de este tema y lograr que no suene antipático? Juro que sé que es horrible no saber cómo hablar de esto sin que se cree un escenario de polaridades, de opciones excluyentes y enemigas entre sí. Sé, además, que lo que diga va a caerle mal a mucha gente y bien a algunas personas a las que no quiero que le caiga bien nada de lo que digo, pero no hay otra forma, hay que hablar ya que si no canto lo que siento, me voy a morir por dentro…
Ayer en todos los diarios se recordó que hace 10 años se producía un ataque a las Torres gemelas. El dato objetivo es la muerte de casi tres mil personas. Las interpretaciones, varias: el comienzo del fin de la meca de la seguridad mundial; un ataque franco a la sede del capitalismo; la demonización del “mundo árabe”; la victimización del mundo occidental bajo las garras del terrorismo religioso (musulmán) todopoderoso; la excusa necesaria para  lanzar un ataque masivo contra países gobernados por opositores, y sobretodo productores de petróleo; Un autoataque o una liberación de zona para, apoyados en el consenso que genera el miedo, poder ajustar al máximo las tuercas de mecanismos de control local e internacional….y todas las que ustedes quieran.
Y lo pregunto de un tirón así no me suena tan fuerte: ¿Por qué este asesinato de casi tres mil personas nos debería producir más dolor que los cientos de miles que mueren en ataques, igualmente de injustos, acontecidos en todo el mundo, sobretodo en el malo malo malo mundo árabe? ¿Es una casualidad que el duelo por estas casi tres mil personas se dé en el mismo momento en que la OTAN, apoya con sangre y balas a un movimiento rebelde, para que asesine sin escrúpulos a todo libio que no esté de acuerdo con que invadan su país?  ¿Los muertos de un bando valen más que los del otro? ¿Qué significa el concepto “terrorista”?
Nadie ve las torturas que no quiere ver, parece
Todas estas preguntas persiguen el objetivo de que podamos pensar qué significa todo lo que pasa a nuestro alrededor. Debemos entonces poder discriminar…lo único irrefutablemente doloroso e  injusto es la muerte de casi tres mil personas. Todo o demás es ideología, es política, y debe ser, entonces, interpretada y plausible de juicio.
Un Estado que planifica su política nacional y la internacional con varias décadas de anticipación, ¿o ustedes no ven como parte de un mismo proceso las dictaduras que asesinaron resistencia en América en los setenta y las políticas neoliberales de los noventa?, no es ingenuo. Entonces, díganme si me zarpo de paranoico, si vemos lo que pasó después del 11 de septiembre de 2001, no podemos dejar de pensar en un hilo conductor que necesita sí o sí de un envión de vale todo como fueron los atentados.
En estos diez años, las potencias invadieron países petroleros u opositores políticos en un mundo musulmán plagado de petróleo, a fuerza de bombas y torturas. Y nadie dijo ni mú, pues debían vengarse. Porque, escuchen, un ejército se mete en un país para buscar a un ñato que, supuestamente, mandó a dos ñatos a estrellar un avión contra un edificio, y en el camino asesina, destruye, viola y tortura. Y hay más, no sólo no lo encuentra, sino que, ya que estaba ahí, derrocó al gobierno, se quedó impartiendo leyes y se choreó los recursos. ¿No les parece del medioevo? ¿No les parece, por lo menos, injusto y digno de recibir el rechazo internacional? Bueno, pues no, les tiraron dos torres, ¿qué quieren que hagan, que se queden en el molde?
Antes de que me salten al cuello digo: no justifico un hecho terrible, una hijaputez absoluta. Lo que digo es que no puede dejar de ser visto dentro de un juego perverso de intereses políticos y económicos. Así como fue lógicamente necesario el Pearl Habor  para meterse en Japón, era necesario esta locura para recuperar las reservas de petróleo y seguir vendiendo armas. ¿Se entiende? Me da igual si lo planifico Osama, o George, o juntos. Tenía que pasar y pasó. Eso deberíamos tener en cuenta, antes de tragarnos la píldora del cuento estilo Hollywood.
Bueno, me enrosqué demasiado. Acá me piden que me saque los zapatos para ver si llevo en la suela una ojiva nuclear. Tengo que dejarlos.
DON CHICHO
Este video lo subimos horas después de escribir el artículo. Nos gustó y quisimos compartirlo. Mucho dato para corroborar.

2 comentarios:

  1. APOYO LA MOCIÓN...SIEMPRE CREÍ QUE ESTÁBAMOS PROGRAMADOS...DE LO CONTRARIO JAMAS HUBIERAN OCURRIDOS TANTAS CANALLADAS...PERO COMO NADA ES PARA SIEMPRE,ESTO PUEDE CAMBIAR,CREO EN ESO Y POR ESO SIGO DESDE MI LUGAR,CON MUCHO ESFUERZO, SIEMPRE EN BUSCA DE LA VERDAD VERDADERA,Y QUE VALGA MUY BIEN LA REDUNDANCIA...UN ABRAZO!!!

    ResponderEliminar
  2. Muy buena idea, Raúl.
    "Dos Viejos Chotos", la precisa combinación entre Enrique Meyer y Roberto Arlt.
    Abrazo!

    El Tano.

    ResponderEliminar

quizás también te interese

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...