Cristina ganó por el bienestar económico...La oposición descubrió la pólvora

Dios ¿alguna vez entenderán de qué va la cosa?

Voy a utilizar hoy al pendeviejo Pregolini para pensar una idea que como muchas en nuestra patria se dice y no se piensa, y sobretodo, genera realidades dispares.
El eterno adolescente díscolo, que al hablar de marihuana se ríe como salame y pone un tema de Bob marley de fondo, aún hoy cuando ya pasó hace rato los 40, dijo que Cristina había ganado las elecciones porque la gente votó con el bolsillo. Aclaremos algo primero, no le pego a Marito porque haya dicho esto, es una opinión que tengo hace rato y ahora aprovecho para darla. Me cae bastante mal el chabón, será porque siempre me molestaron los que caretean la rebelión contra el régimen del que gozan, los arengadores de plástico. Pero no me den letra que me distraigo...Marito me puede, se los juro.
Ganan porque los votan con el bolsillo es el tema en cuestión. ¿Qué quiere decir? Es un concepto extremadamente complejo. Veamos qué aparece.
¿Es malo o bueno que la gente le de su voto a aquel que le garantiza porvenir económico? ¿Acaso no es el tema económico protagonista de la plataforma política de todos los partidos? Pensemos: Salariazo, 82% móvil a jubilados, salario mínimo de 5000 pesos, bajada de impuestos, AUH, Subsidio a empresas públicas sí y no; todas estas son propuestas de todo el arco político, de izquierda a derecha y todos tienen que ver con el bolsillo de la gente. ¿O se debe votar a un partido por la ropa que usa su candidato, o si se ríe, o si está casado y quiere mucho a su perro? Esto parece, sólo parece, estar claro. El tema pasa por otro lado. Porque con Me(n)em se usaba la misma frase en su reelección, con aquello del "voto cuota". Pero ¿es realmente lo mismo? Creo que no. Se trata de políticas económicas muy diferentes. En el menemato se trataba de una esclavitud al consumo, en la que cada cuota era un eslabón de una cadena tan pesada que nos llevó al fondo del mar. Las razones que nos colocó como pueblo en el lugar de esclavos serviles en esa época puede ser tema de análisis en una siguiente nota, no en esta.

Mario es un stone, un millonario snob

La economía actual, creo, tiene otra dinámica y otros nortes. Primero, porque existe un Estado fuerte en funciones que brinda un marco de cierta seguridad. Segundo, porque el consumo se sostiene en un poder adquisitivo bastante más sólido y perdurable ya que el país produce, para adentro y para afuera, se crea empleo, y los salarios presentan tremendos avances a nivel paritarias. No somos el país ideal, desde ya, pero el norte de la brújula apunta a una Nación grande y fuerte y no a choreársela toda y a entregar nuestros recursos, a desintegrar el Estado a pedido. Y tercero, porque se han podido establecer redes sociales que sostienen a los que habían quedado marginados luego de años de desidia política. Porque aquella persona que está en la lona y recibe la AUH, o algún subsidio, o beneficio por maternidad, no es un vago al que le regalan las cosas. Los beneficios sociales, señores, además de existir en los países del "primer mundo", muchos de los que usan como posibles espejos algunos caraduras de cierta oposición, no son otra cosa que obligaciones públicas. Un Estado en serio, debe velar por la salud y la vida de sus habitantes. Y  los que hablan de regalos lo hacen porque no creen que el Estado somos todos, y cuidar a los más débiles debe ser el contrato mínimo para subsistir como un colectivo. No ver las cosas así es desear el mundo estructurado por las corporaciones, no hay muchas más opciones, creanme.
Si una cosa le critico yo a este gobierno (esperen puristas, no bloqueen este blog) es que aún no se metió a fondo con la reprogramación de los impuestos. Creo que el día en el que los que cada quien aporte según sus reales posibilidades para el bien colectivo, otros aires soplarán. Será por eso que el multimillonario Pergolini quiere regresar a los 90. Tendrá miedo. Dale Mario, poné do pesito pa la birra, no sea careta.
DON CHICHO