¿Polo científico? Ay, ¿ahí hacen las camisas Polo?, ¡Qué divino!

Mirtha Legrand siempre dice que un buen gobierno se ve en las plazas, en el asfalto de las calles, en las flores de los canteros... y nada dice del sistema de salud, de los mecanismos de justicia, de la educación, los espacios públicos... esas cosas que de no iluminarse debidamente quedan desactivadas. Esto es parte de un típico discurso diestro. El que pide no pagar impuestos (impuestos, no impuestazos), claro, porque a algunos de los que no utilizan lo público poco les importa lo que a los demás les ocurra.

Pensé en esto el otro día, cuando leía la primera nota que Clarín se digno a publicar sobre el Polo Científico. Fue un par de días después de la inauguración, en la página 47, y con el siguiente titular:: Con el Polo Científico recuperan una zona olvidada de Palermo. Es decir, la noticia era que los edificios de las bodegas Giol habían sido recuperados para la ciudad blanca, liberadas de los "cartoneros y cuidacoches que vivían allí". Más chica que la nota central era una columna que muy por arriba explicaba qué era el Polo Científico. Está claro que Clarín elije hablar del tema desde un lugar en el que evita hablar del tema. La Presidente había dicho en su discurso inaugural que no concebía el conocimiento como algo aislado, sino interactuando con la economía, la comunidad y la salud para agregar valor a cada momento. Fíjensé ustedes como se hacen presentes todo el tiempo, en todas las acciones políticas, al menos dos modelos de país. El que quiere que solamente administren la cosa y le tengan lindo lo que se ve, desactivando de esa forma al país profundo; y otro que considera que un Estado es algo complejo, una red y que cualquier acción política tiene incidencia en toda la realidad. Una requiere de fondos, de impuestos equitativos, de distribución y de re-distribución (cuestión que debería ser protagónica en un segundo mandato de Cristina), la otra no, le basta con un Estado que se meta lo menos posible, el que tiene tiene y al que no, se lo reprimirá.
Algunos historiadores ubican como una de las razones más fuertes que llevó a EEUU a aconsejar el derrocamiento del gobierno peronista en 1955, a la investigación y al trabajo conciente llevado a cabo en ciencia y tecnología, que podían llevar al país  a pelear el liderazgo en el continente. Más atrás está la Guerra al Paraguay, donde los cipayos locales destruyeron, en nombre de los imperialismos mundiales, la creciente potencia industrialista paraguaya. Fijensé que, sin forzar mucho la cosa, estas ideologías estuvieron, están y estarán siempre en danza, la cuestión es que estemos, como pueblo, atentos y dispuestos, si es que queremos, a ponernos firmes. Que ya es tiempo.
DON CHICHO