“Los comedores para comer, las aulas para estudiar”

Espero se me permita la redundancia y obviedad del titulo, pero yo tengo una hipótesis sobre esto y es que las obviedades en muchos casos no son puestas en practica mÁs que en el imaginario general.

Vale la aclaración cuando los comedores hasta no hace mucho tiempo cubrían los dos espacios o sea los chicos solo asistían a la escuela para poder comer y el aula quedaba como decorado, pertenecía a otro nivel de necesidad. Pues bien, ahora con la asignación universal por hijo según un relevamiento de datos (total país) ,tomado de una muestra de mas de 200.000 entrevistas entregó como resultado que 140.000 chicos están sentados en sus pupitres listos para empezar a forjarse como ciudadanos y sus padres por consiguiente fortaleciendo los lazos con unos de los pilares fundamentales de nuestra sociedad.

Por eso como figura el titulo las cosas como deben ser, situación muy poco frecuente en nuestra querida Argentina aunque parece que ahora podemos ilusionarnos con estos cambios.
Don Cosme.