Rajoy hizo la plancha y Zapatero se hundió

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Se lee hoy en todos los diarios que la derecha ganó rotundamente las elecciones en España. Se habla de un triunfo histórico y de un vuelco hacia el conservadurismo. Todo esto es cierto, Rajoy será el nuevo mandatario, y gobernará con mayoría parlamentaria.
A veces los números tan contundentes alejan análisis un poco más profundos. Intentemos aquí uno.
Los votos obtenidos por el Partido Popular en las últimas 4 elecciones, en las que el censo electoral varió muy poco, fueron:
2000: 10.321.178
2004: 9.763.144
2008: 10.278.010
2011: 10.830.693

¿Y ahora?

Se ve que en términos absolutos, los votantes no han cambiado mucho. Los argumentos que anuncian que la gente se volcó masivamente hacia el candidato de la derecha, pierde peso. La española es una sociedad en la que la división entre la izquierda y la derecha está bastante clara y definida. Y si uno toma los datos de las elecciones comprueba que la derecha siempre vota y que siempre vota derecha, en eso no tiene pluritos. La izquierda parece tener más reparos a la hora de dar el voto. Veamos los votos que obtuvo el Partido Socialista Obrero Español (PSOE):
2000: 7.918.000
2004: 11.026.000
2008: 11.289.335
2011: 7.918.000
Obviamente, en 2000 y en 2011 no ganó las elecciones y en 2004 y 2008 sí. Viendo estos datos, podríamos decir que la elección en España la define cómo le vaya a la izquierda. Es de destacar que el voto no es obligatorio, y en 2000 y en 2011 la cantidad de votantes fue bastante menor. Muchos de los que votan al PSOE ayer no votaron.

Más que un rotundo triunfo del PP en términos absolutos, las elecciones generales de ayer mostraron una rotunda derrota del PSOE. Más de tres millones de personas que en 2008  lo votaron, ayer o no votaron o eligieron otra fuerza (que no fue el PP ya que obtuvo una cantidad muy similar de votos que la elección anterior), Izquierda Unida, que hizo una gran elección, y los partidos nacionalistas Vascos y catalanes. Podríamos hablar de un rotundo castigo a un partido que prometió políticas sociales y cumplió ajuste. Podríamos cambiar un título muy escuchado hoy "los españoles se vuelcan a la derecha" por "los españoles abandonan a los partidos tibios y traidores a sus bases". Después, la constancia de los votantes del PP y los porcentajes, hicieron el resto.