jueves, 9 de agosto de 2012

Del Moro y Cuba





Hoy, el zapping  radial me llevó al Terapia despareja que conducen Analía Franchín y Santiago del Moro. Ustedes me dirán qué tomo que no me explota el estómago por escuchar ese programa, pero la cuestión es que es el más escuchado de TODA la radio en Capital y GBA.  No es mi intención realizar una crítica artística del programa, sólo diré que es un magazin liviano, de sospechoso gusto, con dos conductores poco preparados que se amparan en "lo que dice la gente de la calle" para decir cualquier barbaridad, y utiliza un lenguaje tremendamente pobre. Aunque lo más resaltable, por servirme ahora a mi, es que los dos conductores, sobre todo él, son parlantes del discurso más rancio nacional, una ametralladora de lugares comunes, comunes para la opinión pública que, como no me canso de decir, es de derecha y sostiene los valores más retrógrados y elitistas del ser nacional.
La cuestión es que se comentaba que el gobierno cubano habría levantado la prohibición de pasar por la radio a varios artistas que criticaban abiertamente las políticas castristas, como Celia Cruz y Alejandro Sanz. A partir de esto, Del Moro se puso a hacer un editorial sobre la libertad que falta en Cuba, dando por obvio que las únicas prohibiciones son las que pone un Estado, pero no diciendo nada sobre las tremendas prohibiciones que pone el mercado, por ejemplo. Análisis super epidérmico y berreta. Y siguió, creyéndose pichón de Feimann, y dijo "igualmente aunque los dejen, ¿dónde escucharán esa música, tienen radio los cubanos?". Y, ya lanzado,  tiró todas las frases juntas: que no hay jabón, que existe la prostitución, que los sueldos son miserables (comparados nominalmente con los de otro lugar del mundo), que no los dejan viajar, etc, etc. Obviamente, Santiaguito no tiene la menor idea de lo que pasó, pasa y pasará en Cuba, pero él habla, habla mucho, y repite el discurso dominante de la derecha argentina. Y esto es lo que quiero resaltar. Este tipo, aunque conduce el programa más escuchado, es un clarísimo ejemplo de cómo un discurso se convierte en pensamiento rápidamente cuando se machaca en los medios, cuando no se lo piensa y sólo se lo repite. Porque si Cuba fuera Honduras, o Jamaica, nadie criticaría la pobreza, la falta de insumos, o, incluso, las cosas que en Cuba son pioneras en el mundo como educación y salud. De lo que se habla cuando se critica al gobierno cubano es de ideología pura, de las posibilidades de penetración que tienen las megacorporaciones. Todos nosotros, incluidos Del Moro y Franchín, si no usamos la cococha, somos voceros ad honorem de intereses ajenos, y salames, claro.
DON CHICHO

1 comentario:

  1. Estimados jóvenes:

    Como escribió Sócrates en muchos de sus tan difundidos libros, LA CULPA NO LA TIENE EL CHANCHO.

    Muchos medios de difusión masiva, diarios, radios, emisoras de TV, etc., subsisten porque aún hay personas dispuestas a tolerarlos.

    El cambio debe producirse en nosotros ya que si a alguien le encanta consumir basura, no debe culpar a otros por semejante afición.

    Todos los equipos de recepción de ondas de radio y TV poseen dispositivos para cambiar la sintonía ó, en casos extremos, para desconectarlos. Su uso depende simplemente de nuestra decisión.

    Faltan 118 días para el 7 de diciembre.

    Saludos
    Tilo, 71 años

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