martes, 10 de julio de 2012

España de hunde en la derecha

España no está pasando su mejor momento político-económico, eso ya es sabido. Lo que pasó hoy es una clara muestra de eso y de la orientación ideológica del gobierno español. La cosa es sencilla, para salvar a los bancos (léase, un grupo de banqueros y anónimos amigos que lavan y multiplican en sus ruletas), dándoles 30.000 millones de euros, les pidieron el control del Banco Nacional Español (léase las desiciones financieras del Estado español). El señor Rajoy entregó la economía del país a cambio de ser un buen alumno, en realidad, un pusilánime al que los nenes grandes le roban la vianda en el recreo, y él se lo deja robar para que al menos lo miren.
En los momentos de crisis tan bestiales se caen las caretas, todo es visceralmente claro. No hay muchas vueltas, se gobierna para sacar al país de la crisis con dignidad soberana, o se entregan las ruinas a los verdugos. Rajoy, como Aznar, como todos los del Partido Popular (tan admirado y copiado por Mauricio, ¿o se creen que lo de los globos lo inventó él?) gobiernan para las corporaciones económicas, políticas y gremiales, no para España soberana, no para el trabajador, no para la dignidad gremial...La derecha, señores. Muchos se burlan de la literalidad de algunos españoles, pues para mostrarnos gráficamente qué es La Derecha, también son muy claros y literales. Rajoy entregó la soberanía española, entregó a los españoles, los condenó a ser ciudadanos de segunda; y todo por quedar bien con la elite política europea. Y Rajoy no se equivocó, lo hizo convencido, por lo que es un miserable.
Este blog a declarado siempre que no es oficialista, en el sentido 678 del término, pero sí se declara en la vereda ideológica contraria a las políticas del PP, y en la misma que tomó nuestro país ante una crisis "similar" en el 2001. Esto, nos parece, es claro y rotundo. Primero separemos estas aguas, luego discutimos todo lo que quieran.
DON CHICHO

viernes, 6 de julio de 2012

La justicia no es ciega

La justicia se relaciona directamente a las desiciones políticas. La justicia es ciega solo en relación a amparar a todos por igual bajo la luz de la ley, pero oye y ve muy bien a la hora de saber en cuáles berenjenales meterse.  Me congratulo de estar viviendo un tiempo de mi país en el que estamos reparando nuestros estatutos como sociedad Siempre supimos que estos seres oscuros que robaron bebés, mataron opositores, entregaron el país a intereses privados y foráneos, denigraron la industria nacional, la ciencia, la tecnología, y nos endeudaron miserablemente, entre cientos de cosas más, debían estar presos, pero nunca nadie  hizo nada. Alfonsín amagó, pero de dejó torcer la mano; fue el único. Hasta ahora. Esta gran oleada de justicia se da en estos años, se viene dando ahora, en este tiempo, en este país, y no es un dato menor.
DON CHICHO

lunes, 2 de julio de 2012

“Toc Toc, llamado a la conciencia”

El trastorno obsesivo compulsivo era mi hipótesis sobre la pregunta de las decisiones.
Este síntoma se manifiesta con pensamientos recurrentes que toman valor de verdad aunque no lo sean necesariamente.
Sobre el tomar decisiones, siempre implica que uno como sujeto exponga una realidad presente para que produzca consecuencias futuras en el medio los sucesivos hechos que determinan el final de la situación.
El motor que generan estos pensamientos es la angustia y su motor, a la vez, la ansiedad, esa misma que se produce cuando uno toma esa decisión y es ahí donde el círculo cierra perfectamente.He dicho.
Don Cosme.

Odio a Cristina



No viví el gobierno de Perón en el que Eva Duarte era protagonista principal, por lo que nunca pude comprender cabalmente el odio visceral que ciertos sectores de la sociedad argentina le tenían. Pensaba que el “¡Viva el cáncer!” era algo folclórico, un chascarrillo de un humorista de la época; pero no. Era odio. Odio mortal, de ese que ciega y trae lo peor. Con el gobierno nacional y con Cristina, particularmente, pasa algo de esa índole. Ciertos sectores la odian. Aclaro, para los susceptibles que nunca faltan, que no se me cruza siquiera por la cabeza la comparación de personas, épocas, ni circunstancias. Lo único que reaparece, sí, es la corriente de odio, que como torrente subterráneo mantiene húmedos los pies de ciertos sectores ideológicos.
Es un fenómeno muy interesante. Las personas que la odian, veo esto en personas cercanas a mí, no hablan de políticas concretas, hablan de ella. Que si usa tal o cuál cartera, si tiene abrigos caros, si se aloja en hoteles 5 estrellas, si va al psiquiatra, si su nuera come de arriba, si usa el avión presidencial… Las personas que la odian no hablan de la AUH, de la expropiación de YPF o de las AFJP, de la dignificación de los salarios en blanco, de las obras públicas, de las redes de salud… Es más, a muchas de esas personas les parecen bien algunas de estas medidas, y otras ni siquiera saben de qué se tratan.
Me pregunto, entonces, a qué se debe el odio.
El menemato sí lo viví, y recuerdo muy bien que al riojano no se lo odiaba, al contrario, muchos lo veían con buenos ojos. Eso que dijo Neustad de “usted es rubio, alto y tiene ojos azules”, era compartido, con distintos enunciados,  por muchos sectores de la sociedad y por la opinión pública. Se decía de él que era un fiestero divertido, que llevaba minas a Olivos, que no hablaba muy bien pero las había hecho todas, que era simpático, gracioso, seductor y no sé cuántas cosas más. Y mientras tanto, el petiso, morocho, que tenía ojos pardos, vendía el país, se robaba la plata y condenaba a millones de argentinos al hambre, la marginalidad y la denigración. Pero era de simpático…
Con Cristina esto no pasa. Y eso que la shegua dice cosas graciosas de vez en cuando, y los chicanea a los ministros, y es chispeante. A ella, los mismos que a Me(n)em lo sostenían por el personaje, la odian, la aborrecen visceralmente.
Se me ocurren dos respuestas a este intríngulis.
1)      Cristina, como Eva, es mujer. Quizás los dueños de la pelota y los sectores populares que los sostienen ideológicamente, viven como una herida narcisista  a la hegemonía fálica que los constituye como machos cabríos que hacen y deshacen en la vida de las mujeres y los hombres débiles; que una mujer pare la bocha y reglamente la orgía. Esta opción parece básica, pero lo ideológico, de tan básico, es la raíz misma de la sociedad, y hay mucho machismo y misoginia dando vueltas por ahí.

2)      Los que la odian, creo, no le perdonan a Cristina que haya traicionado a la clase. Defienden una sociedad con castas, con estratos, y quieren que todo siga así, que los pobres banquen la joda de los ricos, como con el turco. La odian porque Cristina rompió los códigos; demostró que existen otras posibilidades para el país (y este es el mayor logro de la gestión, mayor inclusive a que las haya logrado plasmar realmente o no), que la lógica no es especular, hacer todo mal, abandonar a los desprotegidos, defender la quintita propia… Rompió las reglas. Corrió el velo. Los mostró desnudos. Esto es lo que no le perdonan. Y, reitero, no pasa por las políticas concretas en sí, sino por presentar la posibilidad de realizarlas. La indigencia aún puede verse, lamentablemente, pero el contexto y las posibilidades de cambio son muy distintas  a las de los fines de los 90. Acá también, fortaleciendo  el Estado, Cristina se propuso reglamentar la orgía; y eso no se le hace a la gente como la gente. Para ellos, Cristina no tiene códigos.


DON CHICHO

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