Mi verdad, tu verdad, su verdad... |
Por un lado, nos damos cuenta enseguida de que en la cuna de líderes que comandarán la poderosa nave del establishment planetario, los estudiantes no tienen idea de quién es esa persona (que es una PRESIDENTE de una nación soberana) ni se esfuerzan en preparar sus preguntas. No puede ser que uno de ellos pregunte eso de que la presidente dijo, cual ogra mala, que debíamos tenerle miedo o nos comería. El tema fue ampliamente aclarado y desmentido. El jóven no sabe de qué habla y no se informó. Además deberían saber sobre la lucha de poderes que mantiene el gobierno con grupos económicos que, una vez más, quieren negar la ley. Pero esto es mucho pedir, parece. En la Uni de La Matanza, les aseguro, tienen pensamiento más crítico.
La otra cosa que quedó muy clara, es la naturaleza de estos futuros líderes de gobiernos y espacios de decisión. Son kamikazes al servicio de las ideas de los grandes poderes corporativos (económicos y políticos), y seguramente serán sus empleados cuando tengan puestos de poder. ¿Será posible que un alumno de Harvard, lea preguntas escritas por otros ante una presidenta de una nación soberana? ¿Así se forman en política en la mejor universidad del mundo, siendo voceros? Esos pobres chicos, tiraban la bomba, la mayoría la leía pues no sabía de qué hablaba, y se quedaban desprotegidos ante el contragolpe de la entrevistada. Es patético que ciertos medios y partidos políticos argentinos les escriban las preguntas a los alumnos, pero es mucho peor, quizás, que éstos lo permitan. Nada me saca la idea de la cabeza de que cuando estos chicos se reciban y gobiernen (porque se están preparando para eso), las empresas y corporaciones les harán hacer y decir lo que a ellas les convenga. En ese sentido, no es un dato menor que un funcionario Pro esté estudiando allí.
En relación a los dichos de nuestra presidente...no tuvo oposición, una vez más. Yo soy de los que siguen esperando escucharla responderle a los TN' boys, va a ser mucho más divertido... y necesario
DON CHICHO