La cuestión es que el Estado uruguayo no aparece en las responsabilidades de los precios. Esto puede deberse a dos razones, estos que hablan no sienten necesidad de criticar y boicotear al gobierno uruguayo, y/o este es el estado de cosas que quisieran tener en Argentina, empresarios que manejen libremente los precios y los costos sin injerencia estatal. Con la gente en el medio, claro. Como en los 90.
-Mi vecino de playa, el uruguayo que critica a Cristina, se la agarró con Victor Hugo Morales. Le dijo traidor, vergûenza del Uruguay, empleado de Kirchner, y demás sutilezas. Al rato, luego de ver pasar a Magdalena Ruiz Gûiñazú mojándose los pies en la orilla, dijo que Víctor Hugo la había echo echar de la radio. Luego de que le explicamos, muy gentilmente, que Magdalena sigue estando y que el "raro" en la radio del grupo Prisa en el uruguayo, que se mantiene por la alta escucha, nuestro vecino cerró el episodio con un casi inescuchable "ah, mira tú, abré sentido mal". Este montevideano, que conoce lo que pasa en Argentina por los discursos de Clarín y La Nación solamente, sostenido en la idea de que los bárbaros agentes del gobierno y los diarios comprados están desatando feroces persecuciones a los que piensan distinto al relato oficial, armó la novela de Víctor Hugo. Y la debe haber contado a varias personas que se deben haber hecho una idea de la cosa argentina. Desde una idea falsa. Desde la mentira.
Es interesante ver desde afuera cómo funciona ese mecanismo de generación de opinión por manipulación.. Si vieran lo claro que se ve...
DON CHICHO.
El problema que presentan los que están mal informados, que además tampoco se preocupan ni les importa corroborar con otras fuentes lo que leen, es que pueden hablar libremente difundiendo cuanta imbecilidad lean. Y ese problema se agranda cuando quienes los oyen ó escuchan proceden de igual manera. Es como un contagio inevitable, como una peste que sólo puede detenerse con una posición firme de parte de quienes no tengan temor a discutir ó incluso, pelearse. Parece que la tranquilidad de las vacaciones pesa mucho más que la divulgación de la verdad. No es una crítica. Es una observación de la realidad.
ResponderEliminarSaludos
Tilo, 70 años