¿De dónde sale la idea de que si apoyo militantemente el camino iniciado por nuestro país en 2003, no puedo tener una mirada crítica ante cosas que ocurren en la patria? Antes que nada aclaro para aquellos que primero pegan y luego leen; dije criticar, no boicotear. Tranquilos amigos, que no quiero que vuelva Me(n)em, ni a Macri Presidente, ni que vuelvan las aduanas abiertas para que pasen las bombas que destruyan la industria nacional…no, nada de eso quiero, ni el Estado fuerte sólo en la represión y boludo en todo lo demás. Creo que el camino es el que llevamos, ¿está claro? Bien, sigamos a bingo
No creo que mirar críticamente ciertas cuestiones sea jugar para la derecha. Estamos empezando a ser, como nunca antes en muchísimos años, un país en serio. Este movimiento que llevamos, es progresista, democrático y contemplativo de la justicia social. ¿De qué tienen miedo? ¿Dudan de la fortaleza de este gobierno? ¿Dudan de que se pueda defender de los golpistas de siempre, los de afuera y los de adentro? ¿Dudan ustedes de sus convicciones? Yo puedo entender a los que se encolumnan en grandes partidos, que deben ser orgánicos con lo que la cúpula dice, pero de ahí a dejar de pensar como supuestamente piensan hay mucha distancia, ¿no? Deberíamos poder ver la diferencia entre hablar críticamente de una acción o una omisión del gobierno en pos de construir, de corregir el rumbo; y destruir cual mono loco y ciego cualquier cosa que el gobierno haga o diga para tratar de hacerlo desaparecer. Si eso no pasa, estamos bien jodidos, muchachas y muchachos. Cristina lo dijo claramente, no sé si alguien la escuchó, “si no se preocupan ustedes (los trabajadores) por ustedes, nadie lo hará”. Este movimiento, como cualquier otro, requiere de una base popular sólida; y es esta base la única con derecho a decidir el rumbo. Los líderes deberán ser consecuentes con esas decisiones. ¿Quién dijo que si estoy en contra de un sindicalismo amable estoy en contra del gobierno de Cristina? ¿Quién sostiene que si opino que lo de la minería a cielo abierto, no la minería, debe detenerse ya y si se quiere fondos que se expropie a los grandes dueños y patrones de las provincias, soy un traidor a no sé qué cosa? Jugar para la derecha, señoras y señores míos, es otra cosa. Adoctrinar al pueblo, es jugar para la derecha, no permitir la disidencia es jugar para la derecha, como hace Clarín o la oposición.
No tenemos que tener tanto miedo. Este modelo es mayoría en el país. Y no se trata de un partido, no se engañen, es un movimiento, y está muy bien que así sea. Porque los partidos se traicionan, la historia reciente da pruebas de ello. Los movimientos nunca se traicionan, crecen, avanzan, retroceden o son reprimidos, pero están vivos, y se agrandan con el movimiento mismo, no con la doctrina verticalista y la falta de disenso.
No se olviden muchachis que un soldado, con tal de pelear y obedecer, a veces se embandera tras generales de barro, olvidando que lo importante es aquello por lo que se lucha, no quién lleva la bandera
DON CHICHO
Las heridas producidas por la tragedia ferroviaria del 22 de febrero hacen recrudecer las críticas al gobierno muchas de las cuales son expresión genuina de disconformidad ante la falta de acción ó casi complicidad de ciertas áreas y muchas otras que sólo tratan de destruir al gobierno y aprovechan la oportunidad que graciosamente se les brindó.
ResponderEliminarCuando se apoya la gestión de casi 9 años desplegada a partir de 2003, una vez sorteadas las etapas más básicas y críticas, tambien se desea excelencia en el desempeño, no solamente demostraciones de poder. Es decir, motivos para disfrutar, confiar y convencer a los que aún son reticentes y para refutar con dureza a quienes siempre trabajan en contra, no sólo del gobierno sino del propio país.
Acabo de escuchar al Ministro de Planeamiento y al Secretario de Transportes anunciando la intervención por un par de semanas a TBA y la enunciación de distintas medidas para ir "encarrilando" el tema.
Me dió la impresión de que acababan de asumir sus funciones. Que no hace años que están a cargo de sus áreas. Y yo apoyo a este modelo. Me imagino los comentarios de quienes no lo apoyan ó tratan de boicotearlo, aún sin "accidentes".
Estoy de acuerdo en que las críticas ayudan a mejorar desempeños, rectificar cursos, eliminar fallas, depurar áreas. Pero lamento seguir insistiendo en que las 51 muertes y los 700 heridos del miércoles pasado no tienen perdón ni disculpa alguna.
Saludos
Tilo, 70 años