lunes, 21 de mayo de 2012

Periodistas barras bravas


¿Vieron que dicen por ahí que todo se futbolizó? Bueno, si se fijan bien y paran la oreja, se darán cuenta de que buena parte del periodismo político se mimetizó terriblemente (en el sentido cabal del término) con el periodismo deportivo.
El periodista deportivo no pregunta para saber qué opina el entrevistado, sino que le pregunta para que avale su pensamiento (el del periodista), y si no lo hace le dice que está equivocado o que se pone el casete pero que, obviamente, lejos de los micrófonos opina otra cosa. El periodista deportivo tiene un dios objetivo e irrefutable: Los datos estadísticos; y un credo: las formaciones de todos los equipos desde 1887 hasta nuestros días. El periodista deportivo es un hincha que tiñe de científicas sus pasiones. Se maneja con datos y pensamientos matemáticos, no interpretables por ser rotundas verdades. Y el trato del periodista deportivo con los protagonistas y los hechos se rige con esa misma lógica. Si un técnico explica que entrena con pelota y no hace laburo de gimnasio o ejercicios de táctica muy rígidos, se le dice que labura mal y que es un vago que juega al bulbito, y esto lo dicen sólo porque ellos no están de acuerdo. Ayer en el relato de Racing-Boca el relator de la R&P, les dijo varias veces idiotas e inútiles al árbitro y los jueces de línea, y lo hizo porque no estaba de acuerdo cómo era interpretado el reglamento por la máxima autoridad en el terreno de juego…
El periodismo político, en este último tiempo, se futbolizó. Muchos cronistas, opinólogos, conductores y editorialistas enfrentan al protagonista y a los hechos con un único objetivo: ratificar en sus dichos su propia interpretación de la realidad. Si no lo logran, ningunean a los hechos y agravian y difaman a los protagonistas. Cerrados, temerosos, improvisados, autoritarios, pueriles…así son estos periodistas, que tildan a Matías Martin de tibio porque osó cuestionar ciertas cositas chiquititas del discurso hegemónico oficialista; y a los radicales de mercenarios y corruptos por haber votado a favor de la expropiación de YPF a Repsol.
¿Eh, vieja, aguanten los colores! ¿Al contrario pisalo, Pisalo!
Saben que no concibo un periodismo que no se ponga la camiseta, pero no me gusta el periodismo barra brava, porque esos son grupos de tareas que lo primero que venden son los colores, ya sean los nuestros o los de nuestros rivales…en ese punto son iguales.
DON CHICHO

Pd: Esto se aplica a la gran mayoría de periodistas deportivos (Recondo, Queijeiro, Niembro, y miles más) y no a una minoría que por suerte existe (Bonadeo, Martin, Latorre, y algunos más)

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