Se discute en los medios, en el gobierno nacional, y en la
calle, sobre las formas y no sobre el fondo de la cosa. A alguien le debe
convenir que la discusión quede en un nivel epidérmico. No se interpelan
políticas concretas. El gobierno las explica cada vez que puede, y si no lo
dejan, lo hace por cadena nacional; pero no se discute sobre las razones de
fondo de las medidas; esas razones que hablarían a las claras de qué modelo de
país se persigue. No, lo único que parece importar es la forma en que las cosas
se hacen. A Cristina se le critican los zapatos, las carteras, lo que gasta en
los hoteles cuando viaja al exterior, si hace o no chistes, si usa el luto
todavía, si es más o menos soberbia, si habla 30, 40 o 2345 minutos en sus
discursos; si se cree Dios…Y del otro lado (para ser coherente con esa
estupidez del blanco o negro), lo mismo pasa con Macri. Se le cuestiona si
puede o no decir 3 palabras seguidas, si le soplan lo que dice pues no tiene
idea de nada, si tiene o no gracia; si
es vago o no…De todo eso se debate, en la tele y en las redes sociales. Ahora,
en los debates, de políticas concretas, ni una palabra. Creo yo que las razones
son dos. Del lado de la oposición y la oposición mediática (o los medios opositores,
que en muchos casos tienen más consistencia que los mismos opositores), el
silencio responde a que criticar políticas del gobierno nacional los ubicaría
declaradamente en un espectro muy antipopular del que no tendrían retorno; como
hablar bien los desdibujaría, pues son en tanto se oponen al gobierno. (aclaro
que existen sectores opositores que escapan a esto, sí, por suerte existen
ellos también, aunque no son los elegidos de los medios). Del lado del
gobierno, creo que le conviene sostener la “discusión política” en un nivel
epidérmico con el macrismo, que se presenta como líder de oposición (¡dios, qué
le pasó a la derecha argentina!); le hace el juego porque sabe que lo tiene
dominado y por las dudas no profundizamos en nada, total para qué… Es una pena
que se están cerrando los canales de debate. De un debate exogámico claro,
porque en cada sector se debate, pero falta un gran debate nacional. La lógica
del blanco o negro deprime las posibilidades de crecer como república y nos convierte en barras bravas, defensores
de no sé qué.
DON CHICHO
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