La noche buena, mi cuñado, en una charla anodina, dio por supuesto algo que yo desconocía y me pareció sorprendente. Blackberry era como llamaban en EEUU los amos a las bolas aferradas con cadenas a grilletes que ponían en las piernas de sus esclavos para que no escaparan de sus campos de algodón. Sí, ya sé que hace tiempo que esto es de dominio público, pero no me digan que no es muy interesante. Cereza/mora negra, claro, porque la bola era redonda y negra...no se olviden de que eran hombres de campo. La cuestión es que la función de las bolas era que los esclavos no pudieran escaparse y, de esa manera saber dónde estaban todo el tiempo. Yo no quiero pecar de paranoico, porque usted cree que lo soy, ¿no? ¿no?, pero una de las funciones que a alguien le brinda este aparatejo, como la brindan también las tarjetas de crédito, es hacernos localizables, todo el tiempo. Nos intenta hacer previsibles, transparentes, para la punta más poderosa de la cadena (de contactos). Igualmente, el ñato que le puso el nombre, o es un jodido cabrón que se caga en todo o es un tipo deliciosamente irónico.
DON CHICHO
Pd: Después del divino que llamó esposa a la mujer que se casa con uno, es el creativo más grande del mundo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario