sábado, 4 de febrero de 2012

El nazismo

Hoy, mientras miraba crecer la parra del fondo y saboreaba un Cynnar con hielo, hierbabuena y soda, lejos de la patrona, que los sábados insiste en llevarme a ver vidrieras, recordé no sé por qué, a un profesor que tuve en Instrucción Cívica que nos dijo un día, a un grupo de adolescentes pajabravas de tercer año de un colegio de varones, que una de las razones de las invasiones nazis a países europeos fue el tremendo stock de armamentos que producían las metalúrgicas alemanas; y que para que uno de los motores económicos de la nación que resurgía a pasos agigantados no se detuviera debían generar demanda; y ¿dónde se usan las armas masivamente?..
Seguramente la explicación de la segunda guerra mundial, y las políticas que le dieron contexto, implique muchas otras variables además de la citada, pero a mí en ese momento me quedó una enseñanza fundacional: Hitler (junto a sus muchachos) no hizo la guerra porque era loco loco y malo malo, ni porque empezó a matar sistemáticamente judíos y países buenos buenos quisieron impedirlo. Muchas razones políticas estaban en juego en esa batalla. Tanto EEUU , Europa occidental y la URSS, se morfaron con fritas la dicotomía capitalismo-comunismo porque un petiso con bigote a lo Chaplín les estaba choreando el mercado europeo para sus productos. Después sí, se repartieron a sus súbditos/clientes, de la pared para allá son míos, de la pared para allá son tuyos y si te he visto no me acuerdo.
Veamos, Hitler, además de ser un fascista, asesino, loco mesiánico y perverso hijo de puta, era un líder político que comandaba la instalación y el desarrollo de un modelo político-social-económico centrado en la industria, la producción, el desarrollo científico y la expansión de los mercados. Este modelo debía copar muchos nichos privados como el financiero (propio de la comunidad judía) y el fabril (hubo mucha expropiación, por la buenas o por las malas), entre otros, para poder expandirse. También debía copar nuevos mercados, y no había tiempo de mandar corredores, era más rápido y efectivo mandar soldados y tanques. Claro que no debía ser fácil, después de la ruina moral que resultó la derrota en la primera guerra mundial, enviar a los alemanes a la guerra nuevamente. Debía existir una "causa nacional" que lo justificara. El pueblo judío era un enemigo muy fácil de tomar (se lo generalizó a partir de cuatro o cinco financistas especuladores que tenían hecha la circuncisión), lo mismo pasó, aunque con menos prensa, con los gitanos (anárquicos ante las leyes del régimen), los débiles mentales y físicos, los comunistas, y demás diferentes que amenazaban la identidad de la raza aria. Contra todos ellos y sus defensores había que ir con los tapones de punta. Y del otro lado lo mismo. Salvo a las resistencias civiles que se armaron espontáneamente para luchar contra el régimen opresor  que dieron sus vidas luchando por ideales políticos y sociales, nadie lucho por la libertad, ni para salvar al pueblo judío, ni para evitar que asesinaran a los enemigos políticos. Ninguna de las potencias, ni la opinión pública posteriormente, dijeron nada sobre las atrocidades de Franco en España, que asesinó presos políticos a montones y a plena luz del día, ni del propio Adolfo, que comenzó a asesinar personas, masivamente varios años antes de empezar la guerra. Lo único que les dolió y les hizo preocuparse fue la instalación de un polo productivo que les ocupaba mercados y eso es lo que fueron a destruir. Debieron ellos también crear un monstruo para ir a destruirlo en nombre de la humanidad. Lo mismo hacen ahora con los líderes del eje del mal.
Crecimos pensando, porque así nos lo enseñaron en la escuela, que Hitler era un loco con la idea fija de matar judíos en campos de concentración, y nada nos dijeron de su fascismo cultural, su policía secreta, su defensa del corporativismo, sus persecuciones políticas y, sobretodo, de que no realizaba pactos políticos ni  comerciales con otras potencias (Franco sí lo hacía), y que cerraba mercados filas para adentro. Lo de su atroz "causa judía" es por sí sola una razón para combatirlo frenéticamente, pero todo lo demás se invisibilizó. Como ahora se invisibilizan los tremendos negocios petroleros y de la construcción que dejan cada invasión a países con dictadores malos malos.
Hasta aquí este análisis medio pelo de la cosa. es difícil buscarle aristas al nazismo, créanme, pero escribo estas líneas para intentar abrir un tema aparentemente muy claro y pensar la realidad desde el otro lado del espejo, fuera de la lógica buenos-malos.
DON CHICHO

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