El sábado 24, La Nación (el diario) publica en la parte inferior de una de sus últimas hojas, en la página izquierda (la que menos miradas atrae), un artículo que cuenta algo sobre los actos que se realizarán por el aniversario del golpe del ’76. Y lo titula de esta manera: Celebrarán hoy el día de la memoria.
Siempre pensé que el papel de La Nación es bastante más digno que el de otros diarios, Clarín por ejemplo, porque uno siempre supo para qué lado sopla el viento de la Mitre’s family. No la caretean, se hacen cargo. Y lo hacen ahora que, por el repimpoloteo intelectual que provocaron la Ley de Medios y sus ambientaciones previas, las caretas están cayendo. Pero también lo hacían antes. Los lectores del diario son los mismos de siempre y es claramente esperable que se pare en la vereda opositora al gobierno nacional y sus correlatos ideológicos. Y en este contexto, es interesante leer el titular antes citado, y detenerse en el verbo y la persona utilizados. Celebrar…Utilizaron el verbo celebrar. ¿Habrá sido un lapsus? ¿Una proyección de sus anhelos sobre otros? ¿será que no pueden ver la cuestión de otra manera?
Y pusieron celebrarán, ni celebramos ni se celebra, como hubiera sido lo más esperable en una academia de periodismo. “Ellos celebran, no nosotros”, les dicen a sus lectores. Claramente se ubican en la vereda opuesta de los que creen que es repudiable el golpe y sus políticas sociales, económicas, represivas, etc, etc etc. ¿Y saben una cosa?, me alegro de que esto pase, que no se siga insistiendo con la objetividad periodística; que la política esté en cada cosa. Es un logro democrático, sin dudas. Sin la Ley de medios esto no hubiera sido posible. Una victoria más sobre la lacra, los milicos, políticos, empresarios y sindicalistas que llevaron el golpe y sus atrocidades adelante.
DON CHICHO
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