Moyano era un grano en el culo para el proyecto Nac y Pop, si es que este busca realmente la dignidad del trabajador, el reconocimiento del movimiento obrero de forma horizontal, la actuación de la industria nacional, y un renacimiento de lo público para todos. Moyano representa, como siempre lo hizo, a la burocracia sindical, a las corporaciones (recordemos que la CGT peronista se estructuró sobre las bases del corporativismo fascista europeo), al verticalismo extremo, a la participación recontra indirecta de los trabajadores; y todo esto es contrario y boicoteador de la participación plena y de la militancia sin pastores. Siempre pensé que Moyano, o la CGT en general, le quedaba muy mal al estilo político de Néstor y Cristina, que desentonaba, y lo justificaba diciéndome que se debía contar con el equipo de estos burócratas para sostenerse en una columna firme cuando se pensaban demoler muchas otras. Pensaba que pasado un tiempo se tendería a la facilitación de la democratización del movimiento obrero. Y, finalmente Moyano un día se alejó del gobierno…El tema es quiénes se están acercando: Lescano, Martinez, Barrionuevo, Caló…¿El gobierno deja pasar la oportunidad? ¿O no le interesa hacer algo distinto? No le abre las puertas a los trabajadores, al sindicalismo un tanto más horizontal del CTA, o a los metrodelegados, pongalé. Se junta con los peores del barrio con los entregadores, con los transeros de los `90, con los tránsfugas de los `80, y los cómplices de los `70. No entiendo, les juro que no entiendo. Estoy muy preocupado.
DON CHICHO
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