¿Reforma Constitucional?

Qué cambiada está Mafalda, Curioso.

El sábado al mediodía, en Triunvirato y Olazábal, montaron una mesa decorada por muchos carteles coloridos, a la que te invitaban a acercarte muy amablemente. Sobre la mesa había varias hojas en las que se juntaban firmas “por lo de la reforma de la Constitución, ¿viste?”. Ante lo equívoca que me resultaba la frase pregunté si estaban a favor o en contra, a lo que me contestó la chica: “No, juntamos firmas para que se quede como está, para que nada cambie”. Es curioso cómo la nada puede ser protagonista cuando se lo propone y es ayudada por vendedores de humo que quieren embarrar la cancha. El tema de la re-relección, porque eso es lo que se esconde detrás de la supuesta reforma constitucional, es un tema lanzado por los medios opositores para crear pánico ante una amenaza chavista, mesiánica y dictatorial, de la perpetuación en el poder de la yegua asesina y fóbica de los dólares. Claro que dos o tres graciosos, miembros del gobierno, y muchísimos ególatras miembros de la oposición, también se prenden en la noticia armada sobre el supuesto intento de la presidente de ir por otro mandato, por joder un rato o porque no tienen la más puta idea de qué hablar.

La Juan B Justo, agrupación socialista supongo, que regenteaba esta mesa de la que les escribo, hacía de esta nada un tema central en su plan de militancia. Un tanto triste.

Le propuse a la chica que podrían juntar firmas para que la luz roja del semáforo no deje de significar Stop, o para que en las zapaterías no dejen de vender zapatos. Mejor prevenir, por las dudas…

DON CHICHO