Una vez más las agrupaciones que se dicen de izquierda y conforman los más de 15 partidos, que no llegan a reunir, juntos, el 3 % de los votos de los argentinos; fueron funcionales a la derecha. Vamos a hablar claro y a boca floja, ustedes hàganme saber si me voy a la banquina. Los partidos tradicionales de la "izquierda combativa" argentina no parecen tener ni puta idea de la realidad nacional.Sus consignas son generalistas, sin carnadura en la gente. Recuerdo que en la universidad, cuando todos discutíamos y combatíamos la privatización que anhelaba Menem, lo precario de los sueldos de docentes, la quita de horas, etc, los chicos del PO hacían carteles de "Fuera Bush de Irak"; claro que estábamos de acuerdo con esa consigna, pero a lo que voy es que nunca escuché que hablaran de las penurias de los pobres del conurbano, de qué hacer realmente frente a las privatizaciones y demás. Tampoco claro, de su papel en la desestabilización al gobierno de Alfonsín, trabajo gratuito al menemismo y sus amigos.El ideal de estos chicos, y no tan chicos, es ser como los rebeldes a los regímenes autoritarios del mundo, la resistencia anti nazi, o los bolcheviques que combatían a los zares en las calles rusas. La cuestión es que vivimos en Argentina. La realidad es otra. Pero ellos para poder ser, imperiosamente buscan al papá malo que los reprima, para ellos oponerse como valientes soldados de la liberación. Estos señores parten de la idea marxista que reza que del caos total nacerá un nuevo orden. Cuestión que, de ser cierta, no se aplica en estos momentos de la historia argentina. La idea de que vivimos en el caos, en el abismo de una crisis terminal (como dijo ayer Lilita en TN), la buscan imponer sectores económicos y de poder que están en las antípodas de los trabajadores y la izquierda.Estos 20 pibes, que deben gozar como locos viéndose en la tele tirar piedras a la cana, son la mano de obra ad-honorem de las corporaciones que dicen combatir. Porque les cuento, como ellos de tan internacionalistas que son no lo logran ver, que en la realidad argentina a las crisis se las apaga por la derecha, siempre. Si hay quilombo y desestabilización, se llama a los milicos, a la mano dura; si hay crisis económica, siempre se piden recetas del FMI.
No somos ya chiquitos, señores. dejen de ser adolescentes en la política y militen en serio. Salgan del café y métanse en el barro de la realidad. No sean salames, y entérense de una vez quiénes son los verdaderos enemigos de los trabajadores. Dejen de tirar piedras y empiecen a hablar. Dejen de hablar y empiecen a hacer.
DON CHICHO
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