22-F ¡Basta de homenajes!

Los 51 muertos del 22-F en Plaza Miserere y los cientos de miles que viajan cada día en condiciones miserables, no necesitan homenajes. No fue ni es su deseo ser mártires, ni sacrificarse en nuestra sociedad. Son víctimas de la inacción política o, peor, de la entrega de posiciones soberanas en el transporte público y popular. Ninguno de ellos quiso o quiere ser mártir, simplemente aspiraban o aspiran viajar como un humano se merece, en condiciones dignas, en transportes que los respeten como personas. Nadie parece darse cuenta de esto. Ninguno de los últimos gobiernos hizo nada por cambiar la realidad paupérrima que atraviesa el transporte público. Menem lo minó, y ningún gobierno posterior decidió  salvarlo. Es sin duda una de las más grandes deudas que tiene este gobierno (desde el 2003), preocupado en muchísimos sectores por la dignidad y por la calidad de vida...pero en este ni un poco. Y los sectores políticos opositores, salvo pocas excepciones (Proyecto Sur, por citar uno) nada dicen de qué habría que hacer con el transporte público, sólo llora a los muertos como mártires de este gobierno, con un exclusivo interés electoral. Tres carajos les importa revolucionar el devenir del transporte público.Es más, siguen apostando a la continuidad del modelo de administración. Por eso, insisto, los muertos hace un año, y los que se someten diariamente a la perversión de las empresas concesionarias  y sus cómplices (entre los que hoy está el Estado argentino), no quisieron ni quieren ser mártires y no quieren homenaje. Basta de estatuas de bronce, actos que tiñen la cosa de misa pagana, basta de confusión. Los muertos no querían ser mártires. otorguémosles, como sociedad, la medalla por ser los motores de rotundos cmbios positivos en la dignidad de todos los argentinos. Revolucionemos el transporte público YA. No podemos permitirnos creernos tan poca cosa como para viajar en estas condiciones. Y si no lo hacemos por nosotros, hagámoslo por ellos. Es lo mínimo que les debemos.