De tan grotesca que se presenta la editorial en la que Mariano Grondona afirma que vivimos YA en una dictadura, no parece ofrecer gracia a ningún análisis. De exprimidores de piedras que somos, vamos a decir una cosita no más.
Mariano Grondona nunca llamó dictadura a las distintas dictaduras que azotaron el país. Nunca llamó dictadura a aquella que apoyó como militante y vocero en el `68. Siempre usó términos como Revolución Libertadora y Proceso de Reorganización Nacional. Y este no es un dato menor, porque si algo aprendimos en estos años es que las palabras adquieren sentido según quién las diga.
Todo deviene, creemos, de la división originaria que tuvo la politica argentina. Antes de peronismo/oligarquía o de Revolucionario/conservador, mucho antes, en los orígenes de la cosa pública nacional, el antagonismo madre fue decisión de todos o decisión de unos pocos. En los primeros años directamente decidía una elite privilegiada. Luego, con el advenimiento de los primeros aires "democráticos", lo siguió haciendo por medio del fraude. Luego, cuando las democracias modernas impusieron cierta legalidad, lo siguieron haciendo a través de golpes de Estado. Luego, cuando estos golpes fueron antipáticos para los hombres buenos de occidente, pasaron de ser militares a ser económicos. Los gobiernos elegidos por las mayorías derrocados por movimientos de las tropas financieras. Siempre las elites o grupos de poder concentrado, determinando el rumbo de todos. Estos movimientos pueden verse hoy en plenitud en Europa. Por estas tierras sureñas ya nadie plantea seriamente la opción del golpe. Y no es por otra cosa que por las condiciones socio-económicas. No existe hoy una base que sostenga un intento de golpe. Pero las elites insisten. Y el camino elegido parece ser hoy el del desprestigio del gobierno que no libera la zona, intenta poner condiciones o ensaya un reparto de la torta. Y no se trata de que lo logre plenamente o no; no vivimos en una sociedad socialmente justa, claro está; basta con que lo intente. Ese atrevimiento es la señal de alarma del terror a la dictadura del todos. Ese todos que recibió mil nombres despectivos y al que buscaban hacerlo vestir ropas de tiranía bestial: Populacho, Barbarie, Masa bruta, Cabecitas, Planeros.
Finalizo con un ejemplo notable. Grondona dice que el gobierno tomó y se adueñó del Poder legislativo. Como si lo hubieran clausurado, como sí se hizo en cada dictadura que él avaló. En realidad el gobierno, o las fuerzas politicas que lo sostienen, son mayoría porque la gente los votó; ni más ni menos; que a Grondona no le gute el resultado es otra cosa.
DON CHICHO.
Estoy de acuerdo con esto, pero no dejan de ser un gobierno de ladrones.Pero es verdad el pueblo los eligio.
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