Magdalena perseguida

La noticia es que a la casa de Magdalena Ruiz Guiñazú llegó una notificación de la AFIP por un trámite iniciado por ella. Como esas que le llegan a usted o a mi, ¿vio? Hasta ahí todo bien, el lío empezó cuando la señora salió a gritar a todos los medios, bueno a todos no, a Clarín y La Nación, que el gobierno o el Estado, ella no tiene muy clara la diferencia, la estaba persiguiendo por ser ella amante de la libertad y ellos unos dictadores marca cañón.

Hay acá al menos dos niveles para tomar la cosa. Si lo encaramos por el lado más epidérmico, podemos pensar o que Magdalena es un poquito cortita y, cual niña de tres años, quiere acusar de cualquier forma al gobierno al estilo de "...y vos sos malo porque...porque...respirás" "sos malo porque querés que coma y que me bañe..." ¿Se entiende la idea? Es que se me hace difícil conceptualizar estos submundos del intelecto, realmente. Porque acusar a un Estado y al gobierno que lo administra de dictador por pedirle a los contribuyentes que contribuyan tiene la lógica de los enunciados que escribí antes,  no me va a decir que no. Y la cosa es más grave aún, porque la notificación era una contestación de un trámite iniciado por ella misma, un pedido para pagar menos. Curioso, ¿no?

Si seguimos en el mismo nivel epidérmico de análisis, también podríamos pensar ya no que ella es medio lela, sinó que toma a todos los que la siguen como estúpidos. De otra forma no se explica que quiera hacernos creer que no nos damos cuenta de lo pueril de su maniobra. No sé, es como si cuando me llegara el ABL yo fuera a los medios a decir que Macri me odia y me quiere arruinar. Me mandan derecho al Borda por paranoico, bueno al Borda no porque lo están vaciando, pero a algún lado me mandan. A Magdalena la ampararon los medios más vendidos del país y le echaron leña a la máquina de humo.
El otro nivel en el que se puede pensar esta noticia es un poquitín más denso y creo yo que el indicado para comprender por dónde van los tiros. La idea central de todo esto es: pagar impuestos es un castigo, el que paga impuestos es una víctima, un pobre gil. Se desea instalar la idea de que es impropio del Estado recaudar impuestos, como su posterior uso es cuestiones sociales, claro. Por eso les preocupa tanto a estos mismos señores cuando bajan las reservas. Que lo poco que entra por impuestos, que lo pagan los pobres con el IVA religiosamente como debe ser, se quede en el banco central bien guardadito, no alimentemos vagos. Estos señores y señoras no quieren que les cobren impuestos porque la salud, la educación y la justicia ellos se la pagan solitos, porque son solventes y personas de bien, y no pueden obligarlos a pagarles todas esas cosas a los vagos que no laburan. Para estos señores y señoras el Estado debe limitarse a ser garante de que puedan desarrollar sus negocios. Eso es lo que subyace en el lío tremendo que armaron sobre lo de Magdalena. Y no les da verguenza, no, porque ellos creen militantemente en un modelo de país del sálvese quien pueda, y cualquier Estado que ose hacer algo por la comunidad, por el todos, es autoritario y fascista.
Lo genial de todo esto, no me canso de repetirlo, es que en este tiempo todo  se ve claramente, la mentira ya no engaña tanto.
DON CHICHO